viernes, 17 de agosto de 2012

Seis

Hoy, mientras andaba, escuché tu voz y el mero hecho de oírte provocó que mi corazón pegase un salto queriendo salirse del pecho para ir corriendo a tus brazos. Yo, sin embargo, seguí caminando hacia donde el destino me guiaba -que no era nada más y nada menos que la misma rutina de siempre- a la vez que te miraba de soslayo todas las veces que pudiera. Tú no te dabas cuenta.

Tú y yo fingimos naturalidad frente al resto, como si jamás hubieran existido aquellos besos locos que nos dimos con tanto empeño, como si nunca hubiéramos intercambiado impresiones, ni echado la siesta, ni paseado juntos.Quizás pueda sonar a poco aunque a mí me parece mucho pues aquel día fue otro mundo, una realidad distina a la que desearía regresar. Ambos disimulamos... aunque en el fondo nos recordamos esos momentos a cada mirada, cada palabra, cada gesto.

2 comentarios:

  1. A veces el corazón parece que va a salirde del pecho, a veces las miradas son pura conexión y cuando deberían estar saltando chispas nosotros nos empeñamos en mantener echado el cerrojo y en negar que realmente nos importa...

    Estas cosas solo son fáciles en las películas, la realidad es una ecuación de ocho mil incógnitas.

    Me permito dejarte un abrazo, disculpa por haber tardado en pasar por aquí.

    ResponderEliminar
  2. Hola,

    Leyendote me ha recordado a una esperiencia igualada.

    Un abrazo

    ResponderEliminar

Eres libre de comentar lo que quieras siempre y cuando haya respeto. Muchas gracias por tus comentarios.