domingo, 12 de agosto de 2012

Dos

Cada segundo queda atropellado por la euforia que envuelve mi alma cada vez que apareces y me dices lo que todos esperan oír, aunque ninguno de ellos haya escuchado lo que realmente sientes. Yo te escuché. Te escuché y descubrí que la realidad no es ni mucho menos como yo esperaba que sería.

Aquella tarde sería la primera y última vez que te vería dormido. Tu respirar pausado y tus ronquidos reflejaban la calma que tanto ansiabas en aquel momento. Dormías y se paró el tiempo, cesó todo en un instante y ese preciso instante permaneció en silencio. Se respiraba tranquilidad y nos rodeaba un halo de etérea serenidad, quietud, paz, sosiego.

Despiertas. Ya nada vuelve a ser lo mismo. Sólo espero que algún día pueda verte despertar cada mañana y observarte cada noche cómo sueñas.

1 comentario:

  1. Todo esto me recordó a una canción: "Duermes" de Ismael Serrano, hay un verso en ella que dice

    "Qué lástima la gente
    que nunca besará la paz
    sobre tus párpados"

    ResponderEliminar

Eres libre de comentar lo que quieras siempre y cuando haya respeto. Muchas gracias por tus comentarios.