jueves, 16 de agosto de 2012

Cinco

La gente me pregunta sin cesar por qué te dejé marchar, por qué lo hice si este sentimiento era mutuo. La verdad es que no dejo de pensar que igual las cosas serían distintas si te hubiera dicho lo que realmente siento. Pero, por otro lado, ¿qué podía hacer? ¿Atarte de pies y manos? ¿Obligarte a quedarte en contra de tu voluntad?

Lo único que podía haber hecho era luchar por ti. Y no. Ya ves que no lo hice.

2 comentarios:

  1. ¿Tu alma quedó helada con aquel desengaño? No te preocupes, con ese nick de "Blancanieves" vas a hacer estragos en la red bloguera.
    Besos.

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  2. A veces se deja escapar a ciertas personas...y a veces nos arrepentimos de ello.

    Pero lo cierto es que esas personas tampoco se quisieron quedar. La prueba está en que han salido...

    La lucha ha de ser de dos para que la cosa funcione.

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